OPINIÓN. El mercado mundial de peces ornamentales vivos alcanzó en 2004 los 308 millones de dólares. De esa cifra, los países en vías de desarrollo suplieron más del 60%. Sus importadores principales fueron: Unión Europea 50%, Estados Unidos 22% y Japón 8%. Sus principales exportadores fueron: Singapur, 50 millones, Tailandia (27) y Malasia (21). El 80% de las importaciones se concentra en tres destinos y los tres principales exportadores solo suplen 30% de la demanda. La biodiversidad se encargó de repartir el mercado.
Las personas interesadas por los acuarios, tienen sensibilidad ambiental. Prefieren peces provenientes de la acuicultura o que se obtengan mediante practicas responsables con el medio ambiente. Según la FAO, en el Río Negro, Brasil, la explotación de la especie cardinal tetra lleva más de 50 años sin evidencia de daños ambientales severos. Su explotación representa 60% del ingreso local y las cooperativas rurales han adoptado el lema "Compre un pez, salve un árbol". Colombia, con 7 millones exportados, seguida de Brasil y Perú lidera Latinoamérica. Singapur y Taiwan, con quienes mantenemos tratados de libre comercio, se dedican exitosamente a la actividad. Atraer interés por la explotación racional de nuestras especies nativas, o desarrollar la acuicultura de especies destinadas a la exportación, podría representar un importante aporte a nuestras economías rurales, costales e insulares.
Recientemente, la apología del comercio global por nuestros gobernantes ha sido expresada en mega-palabras, sobre mega-proyectos, involucrando mega-empresas y mega-financiamientos. Olvidan que el hombre común se siente abrumado por toda esa mega-enormidad. Deberían resaltar que el libre comercio es también para el pez chico. Que el más mortal de los humanos es un empresario y exportador en potencia. Que el comercio global presenta oportunidades insospechadas para todos. Y, que si algún detractor del libre comercio afirmara lo contrario, bastaría con contestarle: "pececitos de colores". Después de todo, Panamá significa: abundancia de peces.