El presidente Barack Obama pidió el martes el final de los “pagos directos a grandes agronegocios que no los necesitan”, un aparente ataque sobre subsidios que cuestan 5 mil 200 millones de dólares al año.
En un discurso ante el Congreso, Obama dijo que la Casa Blanca ha identificado 2 mil millones de dólares en derroches y gastos ineficaces, incluidos innecesarios pagos directos a grandes negocios agrícolas.
“En este presupuesto, nosotros terminaremos con los pagos directos a grandes agronegocios que no los necesitan”, dijo el presidente, pero no explicó cuánto se ahorraría con la medida o cómo se estructuraría.
La propuesta se hace eco de uno de los puntos principales de su campaña presidencial, pero otras similares se han desvanecido con frecuencia ante la oposición de legisladores provenientes de estados agrícolas.
El ex presidente George W. Bush, por ejemplo, apoyó infructuosamente un límite de 250 mil dólares anuales a todos los pagos para explotaciones agrícolas.
Portavoces de grupos agrícolas dijeron que Obama aparentemente se refirió a un subsidio agrícola conocido como pagos directos, que fue creado en 2002 y no toma en cuenta los precios de los granos o los beneficios de las explotaciones agrícolas.
Pero destacaron que pagos indirectos es un término que significa todo tipo de apoyo federal hecho en dinero en efectivo.
Los subsidios para los cultivos y la producción láctea están estimados en 7 mil 500 millones de dólares en 2009, dos tercios de ellos por pagos directos.
Un portavoz del Departamento de Agricultura declinó hacer comentarios sobre la propuesta de Obama.
“Desde nuestra postura, pienso que sería un bienvenido cambio en la política agrícola”, dijo Jim Lyons, de Oxfam America, que dice que los excesivos subsidios que paga Estados Unidos significa precios más bajos para los productores agrícolas en el extranjero.
Los recortes en los pagos que Estados Unidos hace a las grandes explotaciones agrícolas podría equilibrar la balanza para los pequeños productores de todo el mundo, dijo Lyons.

