La petrolera estatal mexicana Pemex tendrá hasta 2018 para modernizar procesos y cumplir con las nuevas reglas de calidad de los combustibles, que afectarán a un 40% del diésel que produce actualmente, dijo el presidente del órgano regulador del sector energético.
El comisionado presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Guillermo García, dijo que la nueva norma, que se espera que entre en vigor en las próximas semanas, impondrá mayores controles en toda la cadena de suministro hasta el usuario final y una reducción de los contenidos de azufre en los combustibles, lo que significa un desafío para Pemex en el corto plazo.
“Pemex debe cumplir para poderse mantener (en el mercado). Si Pemex no cumple con la norma, tiene que tomar alguna decisión de exportar el producto o dejar de producir”, dijo García a Reuters.
La estatal tuvo el monopolio de toda la cadena de los hidrocarburos en México, pero lo perdió tras una profunda reforma energética, puesta en marcha en 2014, que también acabó con su exclusividad para importar combustibles.
García dijo que Pemex ha informado que tiene listas las obras para producir gasolina de ultrabajo azufre (conocida como UBA) en todo el país, no así diésel.
“En el caso del diésel está apenas empezando algunos procesos, ya tienen inversiones realizadas, pero le estamos dando hasta julio de 2018 para terminar estas inversiones”, dijo el funcionario en una entrevista.
“Es un reto para Pemex, efectivamente, pero yo veo compromiso de su parte”, añadió.
Sus seis refinerías, con una capacidad de proceso total de 1.62 millones de barriles por día (bpd), produjeron en promedio el año pasado 275 mil bpd de diésel y 381 mil 400 bpd de gasolinas. Esa cantidad es insuficiente para el consumo en México, por lo que el país importa cada año una creciente cantidad de combustibles.

