Segundos después, la muchachada ponía la lata agujereada en un improvisado fogón, echándole encima una buena cantidad de pepitas de marañón.
Pasados unos minutos, el calor de las brasas enrojecía la lata y las pepitas empezaban a ennegrecer, dejando escapar un aceite al que había que tenerle mucho cuidado, pues de tocarlo, de seguro que les quemaba la piel.
De vez en cuando, una pepita saltaba por los aires, dejando tras de sí una estela de humo.
Una vez asadas las pepitas, venía la tarea más agotadora, cuando los muchachos, achingotados bajo el árbol de calabazo, empezaban a sacarle a la pepita la rica almendra, que más tarde comerían con deleite.
El principal producto del marañón es la nuez, o sea el verdadero fruto, del cual se extrae la almendra, que se come de manera similar al maní y que también es utilizada en la confitería.
De acuerdo con el Censo Agropecuario de 1991, en el país había un total de un millón 146 mil 785 árboles de marañón en edad reproductiva, la mayoría de los cuales se encontraban ubicados en las provincias de Veraguas, Panamá, Chiriquí y Coclé.
Un estudio del analista agrícola Nelson Gratacós, indica que en el país el marañón se encuentra formando parte de cercas en los potreros, a orillas de la carretera y en huertos escolares.
El marañón, dice Gratacós, es un árbol que en un medio adecuado crece hasta siete metros. Su fruto, agrega, está compuesto por la nuez o fruto verdadero, y por el pseudofruto o manzana. La nuez tiene forma arriñonada y se compone de la cáscara y la almendra, que tienen diversos usos en la industria alimenticia y farmacéutica.
La inflorescencia es constante, los racimos de las flores son de color rosado, rojo o amarillo, color que luego se repite en la fruta. El tallo de la planta exuda una especie de goma amarilla, y de la corteza, que es áspera y a veces llena de fisuras, al cortarse brota una sustancia resinosa que se torna negra al contacto con el aire y puede producir ampollas en el pie, al contacto directo, indica el análisis.
Aunque a nivel comercial el marañón no ha captado la atención de los panameños, en los últimos años existen algunas empresas que se dedican a mercadear las pepitas de esta fruta.
En su estudio, Gratacós indica que cuando la planta se propaga por semilla sexual, la cosecha del marañón se inicia a los tres años del trasplante.
Su etapa reproductiva, añade, es rápida, y su recolección debe hacerse diariamente cuando se va a utilizar la manzana, y una vez por semana cuando se utiliza la nuez.
En las primeras cosechas, la producción es baja, pero se incrementa gradualmente hasta alcanzar 15 kilogramos a partir de los 10 años de edad del árbol. La producción de la manzana es 10 veces mayor en peso que en la producción de nueces, se afirma.
El marañón es atacado principalmente por la antracnosis, enfermedad producida por el hongo Colletotrichum gloesporoides, el cual ataca las hojas nuevas, las ramas, flores, frutos y seudofrutos. Nada de esto lo sabían los muchachos de la Calle Abajo, pues para ellos, solo se trataba de asar las pepitas.
