El presidente peruano Alan García promulgó el lunes una polémica ley que impone reglas más estrictas a la subcontratación en centros laborales, anteponiendo la demanda de los trabajadores a las críticas del sector empresarial.
La medida, una de las principales promesas de campaña de García, fue ratificada en momentos en que su popularidad muestra un continuo descenso y luego de una semana de severas protestas de pobladores de una región sureña, en demanda de más recursos del sector minero.
“Con esta ley de la tercerización, estamos avanzando un paso más en el desarrollo de los derechos laborales”, dijo García en una ceremonia realizada en el patio principal del Palacio de Gobierno de Lima ante el aplauso de los trabajadores.
La ley, que fue aprobada en mayo por el Congreso, fija derechos y obligaciones para las empresas subcontratistas con respecto a los trabajadores y establece vínculos y responsabilidades con las firmas contratantes.
Además, otorga el derecho al trabajador subcontratado de demandar directamente a la empresa contratante, impone sanciones para las firmas que evadan los derechos de los trabajadores y crea un registro de empresas subcontratistas que deben ser independientes de la compañía principal.
