El próximo Gobierno de Perú arrancará con un ajuste fiscal y con la ratificación del jefe del Banco Central para despejar temores sobre el equilibrio de las finanzas públicas, dijo ayer Alfredo Thorne, un exejecutivo de JP Morgan, quien Pedro Pablo Kuczynski adelantó que sería su ministro de Economía.
Las declaraciones siguieron a advertencias de las agencias calificadoras de riesgo Fitch y Moody's acerca del impacto que podría tener en el déficit fiscal el programa económico de Kuczynski, quien se impuso en las elecciones presidenciales más peleadas en cinco décadas.
“En el caso de los techos del déficit fiscal, nosotros estamos haciendo una revisión hacia abajo, habíamos dicho que iba a ser 3% del producto interno bruto (PIB). Hay ciertos problemas con las calificadoras de riesgo que están muy preocupadas”, dijo Thorneen una entrevista con la radio local RPP.
“Vamos a bajar un poco [del déficit fiscal], vamos a empezar con 2.9% y 2.8% del PIB en 2017”, agregó.
Perú registró un déficit fiscal de 2.1% del PIB el año pasado, el segundo saldo anual consecutivo en rojo. Para este año, la meta oficial actual es de un 2.2%.
Fitch afirmó ayer que Kuczynski se enfrentará a la tarea de conseguir un equilibrio entre ofrecer un estímulo fiscal para apoyar el crecimiento y mantener la prudencia en la gestión de las finanzas públicas.
En tanto, la agencia Moody’s dijo que el plan del economista de centroderecha para el país sudamericano -que incluye una rebaja de un impuesto a las ventas- llevaría en el corto plazo a un mayor déficit de lo previsto.

