WILFREDO JORDAN S. wjordan@prensa.com
Durante los dos últimos años la pesca de pargo ha llegado casi a igualar el valor económico que tradicionalmente ha tenido el camarón, según se desprende de las cifras registradas por la Dirección General de Recursos Marinos y Costeros de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP).
En el 2001, la producción de camarones industrial alcanzó un valor comercial estimado de 41.4 millones de dólares, y el camarón de cultivo 34 millones de dólares, que sumados llegaron a 75.4 millones de dólares. En tanto, la pesca de pargo en este mismo año fue de 56 millones de dólares, es decir, unos 19 millones menos que en camarones.
En el 2002, el valor económico de la pesca industrial del camarón bajó a 25 millones de dólares, aunque el aporte del cultivo aumentó en un millón de dólares, en comparación con el año anterior. El año pasado, el pargo también aumentó en un millón de dólares, es decir de 56 millones subió a 57 millones.
Para el director de Recursos Marinos y Costeros de la AMP, Arnulfo Franco, el crecimiento en la producción de pargo es positivo para el sector, pero al mismo tiempo preocupante porque puede tener un efecto en la sostenibilidad ambiental.
El hecho de que estemos produciendo más, no significa que haya una sostenibilidad de tipo ambiental. Hay un negocio bueno económicamente, pero que puede tener un efecto si no está bien equilibrado, sostuvo Franco.
Las exportaciones de pargo se envían en su mayoría al mercado de Estados Unidos.
La Dirección de Recursos Marinos obtiene información de cada uno de los puertos del país.
Las cifras antes mencionadas se refieren al valor de la producción y no a la exportación del pargo.
En el caso del camarón, Franco explicó que los precios internacionales de este producto se han reducido drásticamente y la talla del camarón es más pequeña.
El tamaño del camarón ha ido disminuyendo debido a cambios ambientales, que de acuerdo con los científicos tienen que ver con los afluentes de los ríos, las temperaturas globales y los nutrientes.
Como consecuencia de lo anterior ha habido una reducción en el precio del camarón, con lo cual se afecta el valor económico que se registra cada año.
En cuanto a la producción para la exportación, existen otros países competidores en la región, como Honduras, donde los costos de cultivo son menores.
Brasil, Indonesia, Filipinas e India también están enviando grandes cantidades del producto a Estados Unidos, lo cual ha afectado la producción panameña.
La AMP ha tomado la iniciativa de comenzar a hablar con los pesqueros para buscar alternativas que permitan sostener la actividad.
Lo que se debe hacer es determinar la cantidad máxima sostenible que se puede pescar para no hacer un esfuerzo que afecte la producción. Esto tiene que ver con la cantidad de embarcaciones que salen a pescar camarones y los gastos que ello genera versus la productividad del mismo.
Una de las medidas adoptada es la doble veda del camarón, para permitir que los barcos tengan una mayor capacidad de captura.