GINEBRA, Suiza (EFE) - Pese a la parálisis existente en casi todos los temas de negociación en la Organización Mundial del Comercio, los jefes de equipo de los 146 países miembros intentarán preparar en el poco tiempo que les queda hasta la reunión de Cancún (México), el conjunto de documentos para presentar allí a sus ministros.
"No queremos dejarles todo el trabajo ya que no podrían en ningún caso entrar en asuntos técnicos sino que tendremos que facilitarles las cosas, poniéndonos de acuerdo antes en cómo manejar la situación", explicó a EFE el embajador mexicano, Eduardo Pérez Motta.
De aquí al 10 de septiembre, cuando comienza la reunión de Cancún, los negociadores en Ginebra tendrán como mucho dos semanas de vacaciones, la última de julio y la primera de agosto, pues deberán preparar en las semanas que restan informes y orientaciones para los ministros además de tomar una serie de decisiones.
Así intentarán conseguir aunque sea algún avance mínimo en los temas más espinosos en los que se han incumplido los plazos fijados al lanzarse la ronda hará pronto dos años: agricultura, acceso de los países pobres a los medicamentos y trato especial y diferenciado para los países en desarrollo.
También tendrán que decidir si entran o no definitivamente en la agenda negociadora los llamados "temas de Singapur" -especialmente las inversiones, a lo que se resisten muchos países en desarrollo-; si se acepta un registro multilateral para los vinos y espirituosos o si se extiende -como reclama, sobre todo, la UE- la protección especial de esas bebidas a otros productos agrícolas.
Todos esos informes y documentos tendrían que prepararse entre el próximo Comité de Negociaciones Comerciales, en el que confluyen los distintos grupos de negociación, los próximos 14 y 15 de julio y la reunión del Consejo General, los días 24 y 25 de julio, señalan fuentes de la OMC.
El embajador Pérez Motta reconoció en sus declaraciones a EFE que en la "minireunión" celebrada el pasado fin de semana en la localidad egipcia de Sharm El-Scheik -a la que no asistieron más que 29 países- no se lograron avances substantivos, aunque fue útil para tomar plena conciencia de que la OMC se encuentra en una crisis que sólo podrá superarse con "decisiones políticas".
Para el futuro de las negociaciones agrícolas, absolutamente esenciales para los países en desarrollo, será clave lo que pueda decidir la Unión Europea sobre la reforma de la Política Común Agraria en el consejo de agricultura que comienza hoy en Luxemburgo.
En el tema igualmente espinoso del acceso a los medicamentos, Estados Unidos señaló en la reunión egipcia por boca de su representante del Comercio Exterior, Robert Zoellick, que podría haber algún avance.
"No parece que EU vaya a seguir insistiendo en su negativa a ampliar el espectro de enfermedades" (cubiertas por un eventual acuerdo sobre importación de genéricos producidos al margen del sistema de patentes), dijo Pérez Motta, quien reconoció que los norteamericanos no han puesto aún ninguna propuesta concreta sobre la mesa.
Conscientes de la importancia no sólo humanitaria, sino también simbólica del tema para los países en desarrollo, el Gobierno norteamericano está negociando con la poderosa industria farmacéutica de ese país, que impidió llegar a un consenso en diciembre pasado, para que acepte flexibilizar su posición.
"En este momento no estamos tampoco en ese tema más cerca de una solución de lo que estábamos en diciembre, pero sí que estamos por el contrario mucho más cerca de Cancún", admitió Pérez-Motta, que presidió hasta finales del pasado año el grupo que negocia el acceso a los medicamentos y elaboró una propuesta de compromiso que entonces rechazó Washington. Tampoco ha habido avances substanciales en el tema del acceso a los mercados para los productos no agrícolas (básicamente industriales). A México no le gusta la idea propuesta por el jefe del grupo negociador sobre la obligatoriedad de eliminar totalmente los aranceles en determinados sectores como el electrónico o el textil. "Debería ser algo voluntario", afirmó Pérez.

