El Gobierno y líderes de grandes empresas estadounidenses han renovado su exhortación al Gobierno tailandés para que controle la esclavitud en sus flotas pesqueras y castigue a los que obligan a trabajadores migrantes a pescar productos que pueden terminar en Estados Unidos (EU).
El Departamento de Estado, el sector de mariscos y pescados, e industrias minoristas de EU, así como legisladores federales, reaccionaron con celeridad el miércoles a una investigación de The Associated Press (AP), publicada esta semana, que encontró que mariscos capturados por esclavos abastecen las cadenas de suministro de importantes supermercados, restaurantes e incluso tiendas de mascotas en el país.
La AP reportó que cientos de hombres están atrapados en la remota localidad isleña de Benjina, Indonesia, y le siguió el rastro a los pescados y mariscos capturados por ellos hasta exportadores tailandeses que a su vez exportan los productos a EU.
“Ha quedado cada vez más claro que los trabajadores del sector de la pesca, muchos de ellos inmigrantes, son explotados en numerosos puntos a lo largo de la cadena de suministro, desde la pesca hasta el procesamiento”, dijo Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, en una sesión de información el miércoles. El Departamento de Estado incluyó el año pasado a Tailandia en una lista por no cumplir las normas mínimas en el combate al tráfico de personas. Psaki no dijo si en las conversaciones de comercio que se realizan con Tailandia en este momento se están tratando los derechos laborales.
En una carta enviada a los embajadores de Tailandia e Indonesia, la Federación Nacional de Minoristas, la Asociación de Líderes de Empresas Minoristas y el Instituto Nacional de la Pesca de Estados Unidos, también exigieron saber qué se hará para liberar a los esclavos mencionados en la cobertura de la AP y llevar los responsables ante la justicia.