El consumo de tabaco se ha intensificado, pero el acceso al mismo entre jóvenes se ha dificultado. Según la encuesta mundial en jóvenes (EMTJ) en el año 2000, 76.9% de los jóvenes dijo que no tenía inconvenientes para comprar cigarrillos, pese a que eran menores de edad. En 2008 esta cifra disminuyó a un 56.6%. El estudio también resalta que a las chicas, a diferencia de los hombres, se les facilita más la compra de cigarros.
Por otro lado, esta industria se enfrenta al impacto que en sus ingresos representa el contrabando y las falsificaciones de sus productos, con pérdidas de cerca de $58 millones de dólares anuales en países de Centroamérica y el Caribe, lo que a su vez representa $25 mil en evasión de impuestos para la región, de acuerdo con la gerente de asuntos corporativos de British American Tobacco, Carmen Da Silva.
También se quejó de la afectación en el mercadeo por la prohibición en la publicidad del tabaco.

