El Gobierno portugués aprobó ayer la privatización de los Astilleros de Viana do Castelo, los mayores del país, que dan empleo a algo más de 630 trabajadores y han acumulado un pasivo cercano a los 300 millones de dólares
El Consejo de Ministros luso decidió que la constructora naval, conocida por sus siglas en portugués ENVC, sea vendida de forma directa para que un nuevo accionista mayoritario, nacional o extranjero, invierta en su desarrollo de forma “estable y a largo plazo”.
Los Astilleros de Viana, nacionalizados un año después de la revolución del 25 de abril de 1974, han botado dos centenares de navíos de gran calado desde su fundación en 1944 y llegaron a tener más de dos mil trabajadores en los 270 mil metros cuadrados que ocupan sus instalaciones.
La crisis del sector y la falta de pedidos acentuaron los problemas de la compañía.
