LISBOA, Portugal (DPA). Más de la mitad de los portugueses no creen en las ventajas que el euro pueda aportar a sus vidas, mientras un 45% de ellos está mal informado sobre la moneda única europea.
Portugal comparte con Alemania y Austria, el primado de los tres países más escépticos respecto al euro, según se desprende de una encuesta reciente.
El estudio revela además una gran indiferencia en la opinión pública lusitana sobre los temas comunitarios en general: tres quintas partes de la población de este país de 10 millones de habitantes, no acepta ni siquiera debatir sobre asuntos de la Unión Europea (UE).
La agenda del euro contempla que, a partir del 1 de septiembre, el Banco de Portugal comenzará a proporcionar monedas a las entidades crediticias privadas y recomendará el uso generalizado de cheques en euros, pero, en contra de lo afirmado en algunas informaciones internacionales, no se prevé el inicio de la circulación de monedas en esa fecha.
El 17 de diciembre, los bancos comenzarán a entregar al público conjuntos de 10 euros en moneda, y el 31 del mismo mes fue fijado como el último día para extender cheques en escudos portugueses.
El primer día de 2002 entrarán en circulación las monedas y billetes de euro, que en un primer momento convivirán con el escudo.
A partir de entonces, todos los saldos bancarios, las denominaciones de capital y las contabilidades, serán convertidas a euros.
El 28 de febrero del próximo año, acaba la circulación doble de escudos-euros. El último día para cambiar escudos por euros en los bancos y en las delegaciones de la Dirección de Tesoreria de Finanzas, será el 30 de junio de 2002.
En toda la campaña de difusión reforzada desde inicios de este año, debido al profundo desconocimiento de la nueva moneda detectado en Portugal la televisión ha jugado un papel decisivo, y el Gobierno ha centrado allí sus esfuerzos. En gran parte, esto es debido a que el nivel de lectura de periódicos y revistas es, por ejemplo, cuatro veces más bajo que en la vecina España, mientras que las audiencias televisivas compiten codo a codo con Estados Unidos entre las más altas del planeta.
Pese a que no han sido divulgados los porcentajes de gastos entre televisión, radio y prensa escrita, la mayor parte de los 2.1 millones de euros (1.7 millones de dólares) destinados a la recta final de la campaña, a partir de septiembre, irán a engordar las cajas de las televisiones.