El precio del quintal del café panameño ha establecido un nuevo récord. El exceso de lluvias registrado durante el último trimestre de 2010 arruinó gran parte de las plantaciones, provocando una escasez del grano en el mercado local.
Los bajos rendimientos de los cultivos, el ataque del hongo “ojo de gallo” y la fuga de materia prima hacia Costa Rica han provocado un desabastecimiento impulsando el precio del quintal de café.
Durante el ciclo agrícola 2010-2011, el precio del quintal de café se comercializa entre 250 dólares y 275 dólares, mientras que en el ciclo anterior el precio se fijaba en 140 dólares.
Este desabastecimiento del grano, a causa de las condiciones climáticas, no solo se ha percibido en el mercado local, sino también en el internacional, en donde los caficultores panameños han vendido el quintal del grano en 290 dólares.
Los productores aseguran que esta bonanza en los precios ha pasado desapercibida debido al aumento en los costos de producción, sobre todo en el uso de plaguicidas.
Aunque se ha registrado un incremento en los precios del grano, muchos productores perdieron sus plantaciones debido al exceso de lluvias, informó Norberto Suárez, presidente de la Asociación Nacional de Beneficiadores y Exportadores de Café.
Los rendimientos de los cultivos han bajado en un 50%, lo que implicaría, incluso, importar el grano para abastecer la demanda nacional. Esta medida marcaría un precedente histórico en el país, que hasta ahora había sido autosuficiente.
Las autoridades agropecuarias en conjunto con los productores están realizando inventarios para determinar la cantidad.
En el país se cultivan 24 mil hectáreas de café y para este ciclo agrícola se tenía programado cosechar unos 220 mil quintales, producción que se reducirá en un 30% según las estimaciones del Ministerio de Desarrollo Agropecuario.
Chiriquí es la principal productora del grano en el país. El 70% de esta producción se comercializa en el mercado local y el 30% restante se exporta hacia Estados Unidos, Europa y Japón.
La dinámica de altos costos operativos, menores rendimientos y productos encarecidos para los clientes internacionales puede resultar en una combinación fatal para los productores.

