A pesar de los vientos que soplan en Venezuela -control de cambio, restricciones al derecho de propiedad privada, expropiaciones de tierras, nacionalizaciones de empresas, revisiones de reglas tributarias- Procter & Gamble (P&G) no tiene planes de salir del país suramericano.
“Al contrario, tenemos planes de expansión allá. Se han invertido 500 millones de bolívares fuertes (232 millones de dólares) en los últimos 36 meses, se han ampliado plantas, se han creado nuevas líneas de producción. Las nuevas situaciones no nos están llevando a eso, solo nos están llevando a ingeniarnos mejor para superar las dificultades”, dijo Antonio Boadas, vicepresidente de Relaciones Externas para América Latina de P&G.
Venezuela es el cuarto mercado en importancia para esta multinacional, que tiene presencia en más de 160 países y produce alimentos, bebidas, medicamentos y una amplia gama de artículos de aseo y belleza personal, como Gillette, Ariel, Tampax, Pringles, Pampers, Ariel, Always, Pantene, Duracell y Head & Shoulders.
Los ingresos de la compañía superan los 55 mil millones de dólares al año y, a pesar de la desaceleración económica global, esperan seguir creciendo a tasas de doble dígito en los próximos 10 años.
