La producción industrial de China creció un 5.9% en abril respecto al mismo mes del año anterior, ligeramente por debajo de las previsiones, lo que refuerza las expectativas de que Beijing tendrá que redoblar sus esfuerzos para apuntalar a la enfriada economía.
Una lectura débil era esperada después de que el banco central recortó las tasas de interés el domingo por tercera vez en seis meses, a fin de bajar los costos de endeudamiento de las empresas e impulsar la actividad en momentos en que la economía se encamina a su peor año en un cuarto de siglo.
Los analistas consultados por Reuters esperaban un alza de un 6.0% en la producción fabril, frente al 5.6% en marzo, la que fue su lectura más débil desde la crisis financiera global.
La inversión en activos fijos, un impulsor crucial en la segunda economía más grande del mundo, aumentó un 12% entre enero y abril respecto al mismo período de 2014, su ritmo más lento desde diciembre de 2000, mostraron el miércoles datos de la Oficina Nacional de Estadísticas. Los economistas esperaban un incremento de un 13.5%.
Las ventas minoristas, por su parte, crecieron un 10% el mes pasado, incumpliendo las expectativas de un avance de un 10.5% y desacelerando a partir de marzo.

