Lo primero que haría con su pago del ‘décimo’ era aprovechar tan magnífica oportunidad. En una tarde gastó 70 dólares creyendo ciegamente que los productos que estaba comprando tenían precios insuperables.
Al día siguiente su decepción fue mayúscula cuando encontró los mismos artículos en otro comercio, pero mucho más baratos.
Esta ama de casa olvidó una regla de oro: no dejarse llevar sólo por la publicidad. Verificar los anuncios y comparar precios en varios establecimientos es no sólo necesario sino indispensable para no caer en gastos qué lamentar.
Lo mejor para evitar ser víctima del mercadeo agresivo, es planificar todo tipo de compras, elaborar un presupuesto y ajustarse a él. La lista del supermercado no solo es útil para comestibles, sino también, para los almacenes de ropa y artículos para el hogar.
Al planear se busca enumerar lo indispensable y eliminar lo superfluo, por eso poner todo por escrito es una herramienta valiosa para no caer en derroche o en el mal uso de los recursos.
Para no olvidar
Antes de salir a comprar prepare una lista detallada de los productos que desea adquirir.
Verifique que la calidad del producto o artículo sea igual a la que mantenía antes de las rebajas.
Debido a que el etiquetado es la única referencia sobre la calidad, evite adquirir productos sin etiquetas o que no proporcionen información clara, veraz y suficiente.
Compruebe, en la medida de lo posible, que el precio del artículo ofertado sea realmente inferior al anterior a las rebajas.
Todos los artículos deben estar marcados con su precio real en el momento de la venta. No es correcta la publicidad de descuentos, como determinado tanto por ciento en los artículos, si la rebaja no queda reflejada en el precio original o anterior.
No acepte condiciones, como la necesidad de comprar un artículo no ofertado, para obtener rebaja en otro.
Exija la debida garantía, y que esa información conste por escrito así como la manera de hacerla efectiva.
Recuerde que los establecimientos que acepten normalmente tarjetas de crédito, deben aceptarlas también durante las rebajas.
Exija siempre la factura, comprobante o tiquete de caja.
Y sobre todo, antes de comprar, reflexione sobre la necesidad real que se tiene de adquirir el producto.
Además, en toda venta al crédito, es importante leer los contratos antes de firmarlos, para enterarse de todas las cláusulas, y no firmarlos en blanco.
Este artículo se basó en información dada por la Comisión de Libre Competencia y Asuntos del Consumidor.

