Los principales responsables de Comercio del Gobierno de Estados Unidos, que visitan esta semana Beijing para mantener una nueva ronda de diálogo con sus colegas chinos, recibieron un sorprendente regalo: juguetes y peluches, uno de los grandes objetos de polémica entre Beijing y Washington este año.
El secretario de Comercio estadounidense, Carlos Gutiérrez, recibió un perro de juguete de manos de Li Changjiang, ministro de la Administración Estatal de Inspección y Cuarentena y principal defensor este año de la calidad de los productos chinos, informó hoy la agencia estatal Xinhua.
‘‘Es muy divertido, un regalo muy bonito’’, aseguró un sorprendido Gutiérrez.
El subsecretario para comercio internacional del mismo Departamento, Christopher Padilla, recibió una muñeca, que, prometió, será un regalo de Navidad para su sobrina.
Los regalos quieren poner un epílogo irónico a los incidentes que comenzaron en agosto de este año, cuando la estadounidense Mattel, la mayor empresa de juguetes del mundo, retiró de numerosos países 20 millones de productos elaborados por sus subcontratas en China, argumentando que contenían altos niveles de plomo en la pintura.
Sin embargo, la compañía se disculpó con China el pasado septiembre, tras reconocer que el 85 por ciento de las retiradas se debieron a ‘‘defectos de diseño’’ de los que Mattel era la responsable, y no a materiales tóxicos.
El último escándalo en torno a los juguetes chinos se produjo el pasado mes, cuando se retiró de numerosos mercados del mundo un juguete producido en China llamado ‘‘Bindeez’’.
