Han pasado casi cinco años de la quiebra del Grupo Adelag y todavía se desconoce dónde está la información contable del otrora consorcio comercial.
Los registros financieros supuestamente están guardados en cajas dentro de un camión, según la versión del abogado defensor Alejandro Watson, quien asegura además que el ex curador de la quiebra, Narciso Arellano, se negó en su momento a recibir los documentos.
Ello salió a relucir en la audiencia celebrada a finales del mes pasado en el proceso que se le sigue a los hermanos Aquilino y Carlos de la Guardia Romero y Epiménides Díaz, a quienes se les responsabiliza de la debacle financiera del grupo. La jueza Georgina Tuñón solicitó una ampliación de la vista fiscal.
En esta ampliación, el fiscal decimocuarto de circuito de Panamá, Eduardo Ulloa, deberá realizar un peritaje financiero y de ser "necesario y pertinente", realizar un careo entre Watson, abogado de Aquilino de la Guardia y Arellano.
Esta fue una solicitud del propio Watson durante sus alegatos, en lo que aseguró que su defendido entregó "un camión lleno de documentación financiera", que Arellano se negó a recibir porque no estaba clasificada.
El ex curador, dijo Watson en sus alegatos, tenía la obligación de recibir el camión y clasificar la información, pero se negó a ello en diversas ocasiones.
Sobre el careo, Arellano prefirió no hacer mayores comentarios hasta tanto se realice, aunque reconoció que si es cierto que lo llamaron para entregarle un camión lleno de cajas, pero que nunca le informaron qué tipo de documentos había en esas cajas.
"Yo tenía la responsabilidad de encontrar los libros de contabilidad del grupo, pero no por ello iba a recibir un camión lleno de cajas que no sabía que tenían dentro", dijo el ex curador.
De existir actualmente el camión con esas cajas, Arellano le aconseja a los de la Guardia que se le entreguen al fiscal, porque están en todo su derecho de presentar todas las pruebas posibles.
La información contable del Grupo Adelag es clave para la ampliación de la vista fiscal, ya que debe realizarse el peritaje financiero solicitado por la jueza Tuñón, quien busca tener mayores elementos para la hora de emitir su veredicto.
En la audiencia el fiscal solicitó un llamamiento a juicio para los hermanos de la Guardia Romero y Epiménides Díaz por considerar que hay suficiente documentación en el expediente que acredita la comisión de un hecho punible.
El representante de Carlos de la Guardia, Carlos Carrillo, está convencido de que logrará salir airoso en este caso porque demostrará que "es falso que no existan libros y que hubo buena fe" por parte de los de la Guardia para salvar la empresa.
Ello, aduce, se demuestra con la constitución de un fideicomiso por cuatro millones de dólares para cubrir el 30% del total de la deuda no garantizada que en ese momento tenía el fallido grupo.
