El plan de construir un ferrocarril transasiático existe desde hace décadas, pero nunca ha podido concretarse. Hasta ahora, en que el empujón de China lo ha vuelto a poner sobre rieles.
En 1960, la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico lanzó el plan de un ferrocarril que recorriera el continente y lo uniera a Europa con 114 mil kilómetros de vías.
Sin embargo, el proyecto quedó en suspenso. En 2006 tomó nuevo impulso, al menos sobre el papel, cuando 22 gobiernos asiáticos firmaron un acuerdo para cooperar en el proyecto. El documento entró en vigor en junio del año pasado cuando China lo ratificó.
Pero más que la luz verde lo que cuenta son los esfuerzos chinos por llevarlo a la realidad, sobre todo en el sudeste de Asia, donde está la mayor parte del trabajo por hacer, que en total suma 8 mil kilómetros de vías aún no existentes.
Tailandia y China comenzaron a hablar este año de la construcción de un tren de alta velocidad de 850 kilómetros entre Nong Khai, en la frontera entre Tailandia y Laos, a Bangkok. Luego se sumaría una segunda conexión de mil kilómetros entre Bangkok y Padang Besar, en la frontera entre Tailandia y Malasia.
