Lucky Bingo no sólo lucha por mantener su sala de bingo en El Dorado. Tampoco desiste de su participación en el consorcio de capital brasileño y panameño Royal Games, que ha solicitado los permisos para la apertura de siete salas de máquinas tragamonedas tipo A y siete salas de bingo.
Royal Games ha presentado los últimos requisitos que pidió el ministro de Economía y Finanzas, Ricaurte Vásquez, como presidente de la junta directiva de la JCJ, sobre información de la procedencia del capital de la compañía y sus accionistas.
La nueva documentación va acompañada de los informes policivos del socio brasileño Alfredo Loureiro Cursino, así como cartas de crédito del HSBC Brasil y el Banco Itaú.
Mientras, por la parte panameña, José Ventura, ha presentado su certificado de idoneidad del Ministerio de Economía y Finanzas para la explotación de juegos de azar.
La directiva de la JCJ deberá analizar el caso de Royal Games esta semana. El diputado Elías Castillo, directivo de la JCJ, ha aceptado que la concesión de Royal Games había sido aprobada, pero el MEF ha pedido otros requisitos para su ratificación.
La junta informó de que por órdenes del presidente, Martín Torrijos, se está controlando mejor la apertura de nuevas salas de juegos de azar.
