"AcS6Sabo de terminar la llamada a los analistas, y salió estupenda'', dijo Fayard a Herbert Allen Jr., director de Coca-Cola y máximo responsable de la firma de inversiones Allen & Co., de Nueva York, quien estaba llegando al hotel para asistir a la asamblea anual de accionistas de Coca-Cola.
Fue un momento nada frecuente de exultación entre los ejecutivos de Coke. A los cuatro años de que Allen y los otros 10 directores reemplazaron al máximo responsable Douglas Ivester con Douglas Daft, de 61 años, la compañía está atravesando un cúmulo de dificultades.
"Están empantanados en problemas'', dice Allen Adler, director general de Allen Adler Enterprises, firma de Nueva York que posee una cantidad desconocida de acciones de Coca-Cola.
"Cuando no es una cosa es otra''. Los golpes han sido continuos, y ahora tocará al nuevo máximo responsable, E. Neville Isdell, que fue designado el 4 de mayo, afrontarlos. La Comisión de Valores y Bolsas de Estados Unidos (SEC, según las siglas en inglés) y los fiscales federales de Atlanta, Georgia, están investigando imputaciones lanzadas por ex empleados de Coca-Cola, según informes de la compañía a los reguladores.
Una de las acusaciones es que Coke infló las cifras de ganancias enviando cantidades excesivas de jarabe para gaseosas a embotelladoras en Japón y Norteamérica, táctica llamada channel stuffing , o relleno del canal, según informes de la compañía a los reguladores.

