El recorte tuvo lugar justo cuando el país busca extender el vencimiento de su deuda pública por medio de una reestructuración voluntaria.
S&P dijo en un comunicado que bajó la calificación de crédito soberano de largo plazo del país a "CC" desde "CCC", un recorte de dos niveles. La agencia mantuvo el panorama de Uruguay en "negativo".
La calificadora de riesgo dijo que considera que el esfuerzo de reestructuración de la deuda uruguaya es un canje de deuda en apuros, dadas las consecuencias que enfrentaría el país si fracasara la operación.
"La posición fiscal de Uruguay, el cronograma de amortizaciones, y el panorama macroeconómico de corto plazo, implican que los tenedores de bonos existentes tienen pocas alternativas a aceptar la oferta de canje", dijo la calificadora.
El anuncio de S&P coincidió con una oferta de canje de deuda con la que Uruguay intentará dejar de depender del financiamiento en los mercados durante siete años y eludir un incumplimiento de pagos que arruinaría su sistema financiero.
El ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, dijo que la operación, que es voluntaria, busca acomodar "nuestro perfil de vencimientos" y resolver el "problema de liquidez" del país.
El Estado uruguayo ofrece como primera opción extender a cinco años los actuales vencimientos de su deuda en dólares y mantener el resto de las condiciones pactadas.
La otra opción que ofrece el Gobierno es convertir todos los títulos con tasa de interés variable a otros con tasa fija de 4%, que será elevada gradualmente hasta 7%. Al mismo tiempo serán extendidos los plazos, pero se realizarán pagos en efectivo como compensación.
La deuda total de Uruguay --incluyendo los vencimientos con las IFI-- asciende a 11 mil 400 millones de dólares y equivale al 90% de su PIB.
