El solo hecho de pensar que algún bien personal pueda ser vandalizado o afectado por un desastre natural, como las inundaciones del pasado 12 de noviembre en la ciudad capital, pone en alerta a muchos panameños.
Luego de la tragedia, los afectados han tenido que gastar un dinero extra que no tenían presupuestado o iban a destinar a otras necesidades.
Las investigaciones preliminares indican que las inundaciones en San Francisco se debieron a la obstrucción de las alcantarillas por desechos de las construcciones o basura acumulada. Los urbanistas también relacionaron el problema con el crecimiento desordenado de las edificaciones en ese sector de la ciudad.
En Panamá, las empresas aseguradoras tienen cobertura para los efectos que causen los desastres naturales en bienes muebles e inmuebles. En el caso de los vehículos, también existe la cobertura, siempre y cuando esté incluido el beneficio conocido como comprensivo.
Las compañías de seguro ofrecen para los propietarios de automóviles la cobertura de daños a terceros y la completa (de comprensivo) que cubre los desastres naturales. Pero el cliente tiene la última palabra de acuerdo con su necesidad y capacidad de pago.
Una póliza con cobertura completa para un vehículo particular entre 10 mil dólares a 15 mil dólares puede costar alrededor de 500 dólares al año, mientras que otros de mayor cuantía van desde 800 dólares.
En tanto que la póliza de daños a terceros tiene un rango que se inicia desde los 140 dólares en adelante al año.
En el caso de las viviendas, al tener un préstamo hipotecario, automáticamente la propiedad está asegurada. No obstante, los equipos y artículos que se encuentran dentro de la vivienda no están cubiertos por este seguro, a menos que el propietario haya comprado un seguro aparte. Una vez se completa el pago de la hipoteca, el propietario debe continuar pagando el seguro para mantener la cobertura.
Por ejemplo, por una casa valorada en 100 mil dólares con un seguro de incendio con cobertura catastrófica se puede pagar 120 dólares al año, y en caso de que el contenido sea de 10 mil dólares, unos 50 dólares al año. Esta cubre inundaciones, terremotos y robos.
Para Salvador Morales Baca, vicepresidente ejecutivo y gerente general de Seguros Suramericana, es importante que la gente proteja sus bienes porque cada día los desastres naturales son más frecuentes.
El propietario de un inmueble puede tomarse el riesgo de no asegurar la propiedad o pagar un seguro, que a juicio de Morales, no es alto.
El vicepresidente ejecutivo y gerente general de Assicurazioni Generali, Gabriel de Obarrio III, considera que las recientes inundaciones deben despertar mayor concienciación, ya que las dos principales ciudades: Panamá y Colón, se encuentran a nivel del mar. “Estoy convencido de que aún no hemos visto las peores inundaciones a las que estas importantes ciudades están expuestas”.
Por lo que recomienda no solo adquirir los seguros catastróficos, sino también tomar todas las medidas necesarias tendentes a disminuir las pérdidas en caso de que se dé uno de estos actos.
Recordó que los seguros son solo un paliativo, pues las pérdidas consecuenciales normalmente no se encuentran cubiertas luego de un siniestro (pérdida de oportunidad de negocios, pérdida de mercado, de ingresos, de imagen, lucro cesante, depreciaciones, etc.).
Roger Ducruet, vicepresidente de Planificación y Desarrollo de la empresa de Corretaje de Seguros Ducruet, coincide con De Obarrio que los últimos acontecimientos deben despertar interés en los clientes a la hora de solicitar tal cobertura. “Es importante tener un plan de contingencias y de continuidad de negocios, además de tener al personal entrenado para lo que que debe hacer, es igual para incendio, terremotos, etc.”, indicó.
Eduardo Fábrega, vicepresidente ejecutivo y gerente general de Assa Compañía de Seguros, añadió que los clientes junto con sus corredores deben identificar los riesgos expuestos para decidir si transfieren el riesgo a una aseguradora o lo asume. Sugiere que como tenemos poco control de los desastres naturales, se compren seguros porque estamos expuestos a terremotos, inundaciones y demás, recordando que hay que mitigar el riesgo.