Silicon Valley, la meca tecnológica otrora considerada inmune a los efectos de la crisis financiera global, enfrenta ahora la mayor contracción desde la caída de las puntocom.
“Muchos de mis amigos se quedaron sin empleo”, dijo Peter Raulwing, gerente de proyecto de Microsoft Corp., durante un almuerzo en un café Starbucks de Palo Alto, estado de California. “Ahora me fijo mucho en lo que gasto. Me siento afortunado de haber sobrevivido, pero nunca se sabe”.
Tiene motivos para estar preocupado. El gasto global en computadoras y software declinará un 8% el año próximo en Estados Unidos, Europa Occidental y Japón, según Goldman Sachs Group Inc.
En momentos en que el índice de desempleo es del 7%, en Silicon Valley hay unos 4 mil empleos menos que hace un año, señaló la semana pasada el Centro de Estudios de la Economía de California.
“La recesión por fin alcanzó a Silicon Valley”, dijo en una entrevista Stephen Levy, director de la organización de investigación de Palo Alto. El centro basó sus conclusiones en datos gubernamentales sobre desempleo.
Las empresas tecnológicas afincadas en Silicon Valley —un corredor de complejos de oficinas entre San Francisco y San José— anunciaron la eliminación de por lo menos 38 mil empleos desde septiembre. Hewlett-Packard Co., Yahoo! Inc., Adobe Systems Inc., Sun Microsystems Inc. y Palm Inc. son algunas de las firmas que están reduciendo su fuerza de trabajo.
Más dolor
Es probable que la región sienta con mayor agudeza la contracción a partir del mes próximo, indicó Madeline McMenamin, de la firma de consultoría laboral Watson Wyatt Worldwide Inc.
“La gente da los últimos toques a sus pronósticos y presupuestos para el año próximo, que reflejarán una mayor contracción”, subrayó McMenamin en entrevista desde Santa Clara, California. “Tenemos que prepararnos para tiempos difíciles”.
Raulwing dijo que postergó la compra de un televisor de pantalla plana de 42 pulgadas y las vacaciones. Agregó que cena menos fuera de casa para ahorrar dinero.
“Todo esto da más miedo”, manifestó Lutz Haentzschel, un programador que estaba sentado con su computadora laptop en un café de Palo Alto.
Se trasladó a la zona de la bahía de San Francisco hace 17 años y trabaja para Siemens AG. “Estoy esperando que mis acciones se recuperen”.
La contracción del crédito y la caída de los precios de las casas hacen que muchos no puedan obtener el refinanciamiento que necesitan para consolidar sus préstamos y pagar menos impuestos.

