Los griegos se despertaron ayer ante una nueva oleada de subidas de precios, exigida por sus acreedores internacionales a cambio de más préstamos internacionales de rescate.
El alza más significativa afectó a los ingredientes principales de la cultura griega de las cafeterías: el café y la cerveza.
A partir de ayer, el impuesto general griego sobre la venta pasó del 23% al 24%, y se subieron tasas en servicios muy utilizados por los griegos, que se han visto obligados a reducir sus actividades de ocio por la crisis financiera.
Subieron los precios de la conexión a internet, la telefonía fija y las suscripciones de televisión de pago.
Las medidas se aprobaron en el Parlamento antes de que los socios de Grecia en la eurozona de 19 países acordaran descongelar un tramo de $11 mil 500 millones en fondos de rescate e iniciar las conversaciones para facilitar la devolución de las deudas de Atenas.
El gobierno izquierdista de Grecia también reformó el sistema de pensiones y estableció ambiciosos objetivos presupuestarios.
