Tal vez lo que los planes para el retiro necesitan en todo el mundo es un masaje sueco.
No me refiero al tratamiento corporal, sino a una "amasadita" basada en el sistema de pensiones del país escandinavo, que fue reformado en los últimos años para incluir cuentas individuales de inversión.
Una revisión al programa sueco podría proporcionar algunas ideas útiles ahora que los países atienden el llamado del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, de "recalibrar nuestros programas públicos" para asegurarnos de que los futuros jubilados no caigan en la pobreza.
Annika Sunden, economista jefe de la Junta Nacional de Seguridad Social de Suecia, investigadora del Center for Retirement Research de Boston College y coautora de Coming Up Short: The Challenge of 401(k) Plans (Brookings, 2004), revisó recientemente el programa sueco y dijo que todos los países que se enfrentan a las dificultades que conlleva el envejecimiento de su población deben estudiar cómo funcionan las cuentas individuales.
"La introducción de cuentas individuales fue contencioso", dice Sunden. "Aunque 80% del Parlamento sueco la apoyo".
En 1998, el Gobierno sueco reformó su sistema público para el retiro ofreciendo un plan de pensiones "Premium" de dos niveles.
Como muchas economías industriales maduras, Suecia enfrenta el envejecimiento de su población, una menguante productividad y presión política para continuar financiando el sistema de pensiones en los próximos años.

