Los gobiernos de Suiza, Austria y Luxemburgo anunciaron ayer su disposición a levantar parcialmente su secreto bancario, después del anuncio este jueves de Liechtensein y Andorra, dos países también considerados paraísos fiscales, y ante la amenaza de entrar a una “lista negra” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE.
El ministro de Finanzas suizo, Hans-Rudolf Merz, anunció que su gobierno levantará de forma parcial su secreto bancario y que brindará el apoyo del Estado para combatir la evasión de impuestos en determinadas circunstancias.
Asimismo, Suiza señaló que cumplirá con los estándares exigidos por la OCDE para la ayuda en procesos fiscales internacionales, a los que el Gobierno de Berna se había opuesto hasta ahora.
Con ello, según observadores, el Ejecutivo helvético quiere evitar formar parte de una “lista negra” oficial de la OCDE, en la que se nombrará a los estados que “no cooperen” en la investigación de delitos fiscales.
El jueves se estimaba, además, que los ministros de Finanzas del G20 también elaborarán próximamente una lista similar. La creciente presión de las principales economías del mundo —que pierden fuertes sumas de dinero por evasión de impuestos— forzó también a Luxemburgo a un paso similar.
