En tanto, la implementación de los códigos de barras obligó a las autoridades a modernizar los viejos equipos que se utilizaban en las diferentes cajas de cobros.
Laurencio Guardia, director del IDAAN, reconoció que este proceso ha sido complicado, porque el viejo formato no contemplaba una serie de detalles como el consumo histórico de agua potable y el desglose de los cargos especiales que se cobran.
"Algunos funcionarios todavía están adaptándose a estos cambios, por lo que se han cometido algunos errores involuntarios en algunos dígitos y gráficas de consumo", sostuvo Guardia.
Los cambios en este recibo han sido radicales, según Geremías Acevedo, responsable de la división comercial del IDAAN, al eliminarse de plano el viejo diseño que fue creado en 1983.
Ahora toda la información es impresa en una página 8 1/2 x 11 pulgadas, quedando atrás los llamados "formularios continuos".
Acevedo explicó que surgieron algunos contratiempos con las reservas de papel, porque no se contaba con la cantidad necesaria para imprimir más de 400 mil recibos, además se tuvo que invertir en nuevas impresoras láser para colocar los códigos de barras y las nuevas especificaciones, porque resultaba imposible ajustarse al nuevo diseño con los viejos equipos de impresión.
El nuevo recibo empezó a circular en todo el país desde el pasado 10 de julio, y con este nuevo formato se espera reducir las quejas por parte de los usuarios del servicio.

