La dirección de la Bolsa de Valores de Sao Paulo suspendió ayer las operaciones con acciones de la aerolínea hasta nueva orden, ante informaciones de que la empresa General Electric, uno de sus acreedores, solicitó ante la justicia brasileña la quiebra de Vasp.
La aerolínea, que llegó a ser la controladora de Ecuatoriana de Aviación y del Lloyd Aéreo Boliviano, transportó el año pasado tres millones de pasajeros y tiene actualmente cerca del 10% del mercado doméstico brasileño, por detrás de TAM, Varig y Gol.
Con 70 años de historia y privatizada en 1990, cuando fue adquirida por el empresario Wagner Canhedo, Vasp tiene una deuda cercana a los dos mil 500 millones de reales (890 millones de dólares), según versiones de prensa.
En su demanda ante el juzgado 42 civil de Sao Paulo, General Electric alega que Vasp dejó de pagar por los servicios prestados en el mantenimiento de las turbinas de sus aviones, aunque no divulga el valor de la deuda.
La denuncia fue presentada el pasado martes, el mismo día en que la empresa confirmó el despido de 380 de sus cinco mil 100 empleados, entre pilotos, comisarios y personal de tierra, y la suspensión del 11% de sus vuelos.
Los recortes fueron aplicados ante una decisión del Departamento de Aviación Civil de Brasil de exigir que Vasp deje en tierra seis de sus 31 aviones, desgastados por el exceso de uso.
En consecuencia, Vasp suspendió todos los vuelos a las ciudades de Campinas, Londrina, Ilhéus, Ribeirao Preto, Sao José do Río Preto, Florianópolis y Corumbá.
"Todos los despidos se refieren a los aviones que tuvimos que retirar. Esos trabajadores serán contratados nuevamente cuando renovemos los aparatos", afirmó Canhedo.
