El grupo español Telefónica no podrá hacerse con el control de la operadora Portugal Telecom (PT) aunque su participación accionaria en dicha empresa supere el 10%, dijeron ayer fuentes del sector luso de telecomunicaciones.
Una posible reducción de capital en PT está en ciernes y puede elevar la participación de Telefónica de 9.58% a 10.76%, pero los estatutos de la entidad impiden a un accionista y competidor superar el 10% de los derechos de voto.
Las fuentes precisaron que, por esa razón, la compra de acciones que PT llevará a cabo en fecha cercana, con la consecuente reducción de capital en el mercado, no modificará la posición de Telefónica en la gestión de la operadora lusa.
Si la Asamblea General del 29 de abril lo aprueba, PT hará una compra de títulos —que generará una reducción de capital— a distribuir posteriormente entre sus accionistas.
El nuevo gobierno socialista, en nombre del Estado como titular de una "acción de oro", pidió a PT que aplazase la asamblea general de accionistas, al aducir falta de tiempo para analizar las operaciones que estaban en marcha.
En virtud de ese derecho, el Estado portugués puede vetar operaciones de ampliación o reducción de capital en PT, lo que le convierte en "actor" clave en el control de la mayor empresa del país. La prensa lusa sugirió en las últimas semanas que el Gobierno no ve con simpatías un posible incremento de la posición de Telefónica en PT, y está dispuesto a recurrir a cualquier medida legal para impedir el avance de la operadora española.
El presidente del Grupo Espírito Santo (GES), Ricardo Salgado Espírito Santo, segundo inversor privado en el capital de PT, con el 9.22%, estimó que la operadora lusa corre peligro de que Telefónica intente hacerse con su control. El presidente de PT, Miguel Horta e Costa, reconoció recientemente que, aunque el Estado cuenta con la "acción de oro" para mantener la compañía "en manos nacionales", la operadora es más vulnerable que en el pasado al cambio en los mercados financieros.
Casi 10 años después del inicio de su privatización, el 70% de PT está disperso entre inversores internacionales.

