Texas Pacific Group (TPG), el fondo de inversión privado que, según informó ayer Iberia, ha solicitado información "corporativa, contable, fiscal y legal" a la aerolínea española de bandera, cuenta con una amplia experiencia en el sector.
TPG es uno de los mayores fondos de capital privados de EU y posee inversiones estratégicas en industrias como los restaurantes, la energía, las nuevas tecnologías y muy especialmente las aerolíneas.
Este tipo de fondos, que han proliferado en los últimos años en EU, adquieren empresas con dificultades financieras, las sanean y pasado un periodo corto de cinco o siete años, las vuelven a vender con grandes plusvalías.
Los negocios del fondo en este último sector comenzaron en 1993, cuando compró una importante participación en Continental Airlines, empresa que se había declarado dos veces en bancarrota en pocos meses y que llevaba 15 años sin lograr beneficios.
Tras dos años de una seria reestructuración que incluyó la sustitución de buena parte de su plana ejecutiva, la empresa volvió a ser rentable y en 1998 TPG vendió su parte de Continental en unos 700 millones, cerca de 10 veces más que lo que había pagado cinco años antes.
En 2002 el grupo volvió a invertir en una aerolínea en problemas, en esta ocasión US Airways (fusionada con America West en 2005), a la que inyectó capital en momentos en que acababa de declararse en bancarrota.
En esa ocasión, el socio de TPG, James Coulter, señaló en una entrevista con el New York Times que "no hay mucha gente con el estómago y el conocimiento necesario para entrar en la industria de las aerolíneas".
El fondo mantiene participación en America West, así como en Tiger Airways de Singapur, y en la irlandesa Ryanair.
Una de las últimas apuestas de TPG en el sector es la oferta conjunta con Macquarie Bank para tomar el control de la australiana Qantas Airways por cerca de 8 mil 700 millones de dólares, la que sería la mayor oferta de compra de una aerolínea en la historia.
Esta operación depende de la aprobación del 90% de los accionistas de la empresa australiana, meta que encontró la semana pasada un obstáculo importante con la oposición de uno de sus grandes accionistas, Balanced Equity Management. TPG ha manifestado también su interés de participar de la oferta por la italiana Alitalia.

