Madrid es desde ayer y hasta el próximo domingo el escaparate de las nuevas ofertas turísticas mundiales con la Feria Internacional de Turismo (Fitur), en la que este año se estrenan Bután, Madagascar, Groenlandia y Santo Tomé y Príncipe.
El rey Juan Carlos y la reina Sofía de España presidieron la inauguración de esta XXVII edición de Fitur, en la que están representados 170 países y más de 13 mil 300 empresas.
Fitur, que se ha consolidado, según los organizadores, como la segunda feria de turismo del mundo, por detrás de la de Berlín y por delante de la que se celebra anualmente en Londres, ha crecido este año y ocupa más de 100 mil metros cuadrados y dos pabellones más, hasta un total de doce.
El monarca español destacó en su discurso que el turismo es "un gran impulsor del entendimiento entre los pueblos" y "un instrumento eficaz para la erradicación de la pobreza", además de contribuir "al desarrollo de modelos de negocio sostenibles desde el punto de vista social".
También recordó en su intervención las grandes citas del turismo en España en 2008, como la Exposición Internacional sobre el Agua de Zaragoza, el Año Jubilar de Tarragona o el Bicentenario de la Guerra de Independencia, ejemplos que mantienen al turismo español "en posición de liderazgo".