DAVID, Chiriquí- El Instituto Panameño de Turismo (Ipat) empezó en Chiriquí esta semana jornadas de consultas en las que diversos sectores harán sus aportes al Plan Maestro de Desarrollo Turístico Sostenible de Panamá 2007-2020.
El propio ministro de Turismo, Rubén Blades, inauguró las jornadas exponiendo la necesidad de planificar el rumbo de la industria sin chimeneas, para las dos primeras décadas del siglo XXI.
"La gente va a venir por miles, eso es inevitable. Y, por lo tanto, debemos estar preparados", explicó Blades.
El plan maestro tiene un costo total de 575 mil 270 dólares. El Gobierno, a través del Ipat, aportará 106 mil 930 dólares; el Banco Interamericano de Desarrollo, 364 mil 340 dólares; y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 104 mil dólares.
Una comisión evaluadora está analizando las propuestas de las seis empresas que aspiran a llevar a cabo el estudio, para definir la estrategia.
Primer Encuentro
Los funcionarios del Ipat se quedaron sin folletos de la exposición del titular Blades, debido a que la convocatoria en tierras altas de Chiriquí fue exitosa.
Al evento asistieron dueños de hostales, la recién creada Cámara de Turismo de Tierras Altas, hoteleros, productores, pequeños agroindustriales y propietarios de restaurantes y viveros.
El salón de reuniones del Hotel Bambito se llenó por completo y las primeras interrogantes de los que asistieron tenían relación con otra zona montañosa de Chiriquí, el distrito de Boquete.
En Boquete se ha generado una gran especulación con los bienes raíces. Las mismas tierras que costaban 10 centésimos el metro cuadrado hace 30 años, ahora tienen un precio de 40 dólares por metro cuadrado.
Para el ministro Blades, la experiencia de Boquete no es la mejor, debido a que anteriormente el Estado no tenía el ordenamiento de tierras ni la estructura legal definida.
"Hemos aprendido mucho de ese ejemplo y del de Bocas del Toro, donde se vendieron terrenos cuatro veces. Los municipios se encontraron con casos que no podían manejar y ahora entendemos qué vamos a hacer sobre recomendaciones de inversión", explicó.
La venta apresurada de tierras, a su juicio, es un problema de cultura. Hay personas que están vendiendo todos sus terrenos y luego, por no administrar bien el dinero, terminan teniendo más perjuicios que beneficios.
"Cuando mi madre sufría de cáncer, el paisaje boqueteño le devolvió la sonrisa y le compré un terrenito en Alto Quiel. No me he desprendido de ese lote y cuando deje de ser Ministro pienso en poner mi negocito", declaró.
La oferta turística
El Ipat insiste en que los panameños tienen que establecer cuatro pilares fundamentales de turismo: plataforma legal, institucionalidad adecuada, estrategia y excelencia de servicios.
Los empresarios de tierras altas coincidieron con él en afirmar que hay que ensayar opciones para darle una oferta más atractiva a los visitantes.
Los asistentes estuvieron dispuestos a implementar en sus hostales agendas para los turistas, actos culturales y ofertas para que el buen clima y la tranquilidad de tierras altas sean razones poderosas para visitar el lugar.
En cuanto a asuntos internacionales, Blades señaló que se necesitan vuelos más baratos para Panamá. "Si hay precios de vuelos Costa Rica-Panamá en 450 dólares, y de Estados Unidos a más de mil dólares, nos será difícil ser competitivos", indicó.
Ya se ha pedido la ampliación del aeropuerto de David para conseguir vuelos internacionales que traigan más turistas a esta zona.
Blades se refirió a la visita de artistas y cineastas a Panamá. "Estamos tras una empresa para que haga una película de James Bond acá, pero antes les prometo que voy a leer el libreto, pues para que no nos hagan otras como la anterior, que nos desprestigia sin razón (refiriéndose a El sastre de Panamá) pues somos un país de ganadores y gente buena, mejor que no hagan nada", concluyó.
