La revelación de que un programa financiado por el Gobierno estadounidense creó una red social basada en los teléfonos celulares de Cuba, posiblemente dificulte el trabajo de blogueros independientes y grupos de exiliados que trabajan para que los cubanos tengan más acceso a esas tecnologías. Yoani Sánchez, una de las disidentes cubanas más conocida, comenzó su activismo con un blog y ahora tiene casi 600 mil seguidores en Twitter.
También está a punto de comenzar un proyecto de noticias digitales. En años recientes, grupos de exiliados en Miami han tratado de ayudar a los cubanos a través de la tecnología enviando computadoras, laptops y dispositivos de memoria para almacenar y compartir información. Sánchez y otros han pasado dolores de cabeza para decir que no los apoya el Gobierno de Estados Unidos.