La Comisión Europea inició una investigación detallada sobre la fusión entre el constructor ferroviario francés Alstom y el grupo automovilístico alemán Siemens, con el objetivo de preservar la libre competencia en Europa.
Poderío en las vías
Esta fusión histórica anunciada en septiembre del año pasado, permitirá la creación de un gigante europeo del sector del ferrocarril, que dispute el liderazgo mundial al grupo chino CRRC y al canadiense Bombardier.
Alstom, fabricante de los trenes de alta velocidad franceses, conocidos popularmente como TGV, y la división de transporte de Alstom, que produce los ICE, firmaron a finales de marzo este acuerdo de unión.
No obstante, la Comisión Europea teme que esta operación “reduzca la competencia en la producción de distintos tipos de trenes y sistemas de señalización”, advirtió en un comunicado.
Por este motivo las autoridades europeas pretenden examinar si este proyecto de compra “privaría a los operadores ferroviarios europeos de una mayor variedad de proveedores y productos innovadores, y esto provocaría un incremento de los precios” que podría afectar a los pasajeros.
La Comisión Europea puede estudiar esta situación hasta el 21 de noviembre antes de tomar una decisión definitiva.
Alstom y Siemens no descartaron el 8 de junio que su fusión se aplazara hasta el primer semestre del 2019.
La fusión entre Alstom y Siemens resultó polémica en Francia, ya que algunos dirigentes de la oposición denunciaron que el grupo alemán absorbiera la joya de la industria ferroviaria francesa.

