Las autoridades de China y Taiwan finalizaban ayer los detalles de un acuerdo comercial histórico, que busca unir más que nunca las economías de ambos rivales políticos.
Los funcionarios de ambas naciones se reunieron en la ciudad de Chongqing, en el sur de China, antes de la ceremonia programada para hoy, martes, cuando se prevé la firma del Acuerdo Marco de Cooperación Económica, dijeron miembros de la Asociación de Beijing para las Relaciones entre el Estrecho de Taiwan, que organizó el encuentro.
El convenio, que debe ser aprobado por los legisladores taiwaneses para convertirse en ley, eliminaría las tarifas arancelarias a centenares de productos que forman parte del intercambio comercial entre ambas costas del estrecho de Taiwan, que divide a ambas partes, y permitiría a empresas taiwanesas tener acceso a 11 sectores de servicios en el continente chino, incluso, bancos, firmas contables, seguros y hospitales.
El pacto es considerado como la joya de la corona de la política del presidente de Taiwan, Ma Ying-jeou, que busca mejores relaciones económicas para aliviar la tensión bilateral; pero un mayor acercamiento político y económico también podría servir a la perenne meta de China de recuperar el control de la isla, que tiene gobierno propio.
Taiwan y Beijing se separaron durante la guerra civil de 1949 y China sigue insistiendo en que la isla debe reincorporarse, sea mediante la persuasión o la fuerza, de ser necesario.
El opositor Partido Demócrata Progresista solicita un referéndum sobre el acuerdo, al considerar que los taiwaneses tienen derecho a expresar su opinión antes de que entre en vigencia.
Decenas de miles de opositores protestaron contra el convenio el fin de semana en la capital de Taiwan.
