Unilever, fabricante de las fragancias Eternity y Lagerfeld, acordó vender su negocio de perfumes en cuando menos 800 millones de dólares. Se trata de la mayor liquidación desde que se nombró a Patrick Cescau, jefe ejecutivo único para reanimar las ventas.
El comprador, la empresa cerrada Coty Inc. de Nueva York, quizá haga pagos adicionales a partir de ingresos futuros, según un comunicado emitido el viernes. La empresa tuvo un importe de ventas de unos 600 millones de dólares el año pasado, dijo Trevor Gorin, vocero de Unilever, que tiene sedes administrativas en Londres y Rotterdam.
Cescau ha prometido aumentar los ahorros de costos y la innovación de productos desde que asumió el cargo en febrero. Tomó el mando en Unilever tras el fracaso de un plan quinquenal de reducir el número de marcas e impulsar el crecimiento de las ventas. La compañía quiere centrarse en vender productos como el té Lipton y el jabón Dove en establecimientos de alto consumo, entre ellos supermercados y farmacias, dijo Gorin.
"Es una maniobra estratégicamente buena para Unilever, y es un precio razonable", dijo Oscar Poos, analista de Fortis en Amsterdam. "Solo que no encaja en el conjunto de sus negocios, y la evolución ha sido deslucida".

