Con una mayor unión de las estrategias de desarrollo de China y Oriente Medio se liberará un enorme potencial de cooperación, gracias a la gira por la región que está efectuando el presidente chino, Xi Jinping.
La gira por tres naciones de Oriente Medio de Xi, que le ha llevado a Arabia Saudí, Egipto e Irán, ha ayudado a vincular aún más la estrategia de apertura de China hacia el oeste, con la política de mirar hacia el este de sus socios de Oriente Medio, lo que a su vez ha elevado las relaciones bilaterales hasta una nueva altura, inyectando vitalidad a su interacción.
Con las dos partes afinando sus necesidades al integrar sus mapas de desarrollo, se está dibujando un modelo que promueve la cooperación en áreas como la energía, la capacidad de producción y nuevas y altas tecnologías.
Con cerca de un tercio de la producción mundial actual de petróleo, Oriente Medio ha jugado un rol clave en el suministro de energía internacional.
Los últimos años han visto una vigorosa implementación del ajuste económico de China, y los esfuerzos de Oriente Medio por construir nuevos motores para su sector energético.
La fuerte complementariedad de China y Oriente Medio en economía y comercio ha permitido a la segunda economía más grande del mundo y a la región rica en petróleo forjar lazos estables en su cooperación estratégica energética.
Durante la reunión del martes de Xi con Abdul Latif bin Rashid Al Zayani, secretario general del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCG), el líder chino dijo que su país está dispuesto a llevar a cabo una cooperación energética integral con los países del CCG y a ofrecer un mercado energético confiable, estable y a largo plazo para el bloque de seis miembros.
Hasta el momento, las dos partes han establecido múltiples marcos multilaterales, incluyendo la Conferencia de Cooperación Energética Chino-Arabe y el Diálogo Estratégico China-CCG.