La siderúrgica brasileña Usiminas informó ayer de una pérdida neta de 24 millones de reales (9.8 millones de dólares) en el tercer trimestre, porque la debilidad de la principal economía de América Latina afectó la demanda por acero.
La compañía, uno de los principales proveedores de acero plano para la industria automotriz de Brasil, dijo que sus resultados generales fueron afectados además por la fuerte caída en los precios del mineral de hierro.
La pérdida trimestral contrasta con la ganancia por 46 millones de dólares que la empresa registró en el mismo período de 2013, cuando el mercado empezaba a ganar confianza en Usiminas después de seis trimestres seguidos de pérdidas.
El resultado coincide además con la complicada situación dentro de la siderúrgica. El mes pasado, una disputa entre sus accionistas principales terminó en la salida de su presidente ejecutivo.
Julián Eguren, el ex presidente ejecutivo, había sido encomiado ampliamente por liderar los cambios en la compañía, pero fue marginado por los accionistas de Nippon Steel & Sumitomo Metal Corp tras acusaciones de recibir pagos ilegítimos.
Ternium, el otro accionista principal, en donde Eguren trabajó antes de estar en Usiminas, objeta la salida del ejecutivo y ha presionado para que se le reintegre.
