La agobiada aerolínea brasileña Varig canceló ayer 13 vuelos que partían desde esta ciudad, donde aguarda la decisión de un juez para saber si podrá o no continuar sus operaciones.
La Viacao Aérea Rio-Grandense SA (VARIG) no explicó las razones de las cancelaciones o si todos los vuelos eran locales, de acuerdo con un despacho del servicio oficial de noticias Agencia Brasil. Varig ha negado que las cancelaciones obedezcan a que le falta dinero para adquirir combustible o para pagar tarifas aeroportuarias.
La línea aérea, que en los últimos días ha cancelado más de una veintena de vuelos domésticos e internacionales alegando manutención de sus naves, espera que en los próximos días el juez de un tribunal de bancarrotas decida sobre una oferta de compra de la arruinada empresa.
El juez Luiz Roberto Ayoub examina una oferta que presentó el pasado 8 de junio un grupo de inversionistas encabezados por los trabajadores de Varig.
La oferta de Trabajadores del Grupo Varig (TGV) fue por 449 millones de dólares y adquirir las operaciones locales e internacionales de la aerolínea, la cual tiene un historial de 79 años.
El grupo TGV fue el único postor que se presentó en una subasta para comprar a la línea aérea.