Con gran entusiasmo, el magnate Bill Gates presentó al mundo esta semana el nuevo sistema operativo de Microsoft, el Windows Vista.
Pocas horas después ya se podían conseguir copias pirateadas en la Ciudad de México por 9 dólares, a sólo unas cuadras de donde la gente de Microsoft había formado un logo humano para promocionar el nuevo software.
Sobre la acera de una transitada avenida en el centro de la capital, José Luis, con un entusiasmo similar al de Gates, vende copias ilegales de la nueva "joya" de Microsoft, en la que la firma invirtió seis mil millones de dólares.
"Mi rey, acá todo lo conseguimos en chinga (rapidísimo)", dijo el vendedor ante la sorpresa por ya tener disponible la plataforma, cuya versión original cuesta unos 400 dólares.
"Siempre andan diciendo que no se va a poder copiar, pero mira nomás", dijo mientras sacaba un par de discos compactos de una mochila Puma, también de imitación. "Va garantizado, ya sabes", remató con una sonrisa.
José Luis no está solo, junto a él decenas de vendedores armados con gruesas carpetas que tienen listados todos los programas a la venta, preguntan: "¿Qué necesitas? ¿Qué buscas?", a todo el que pasa por ahí.
De acuerdo con cifras de la Business Software Alliance (BSA) -que agrupa a empresas desarrolladoras como Apple , Adobe, Microsoft y Symantec- el 65% de los programas vendidos en México son ilegales.
El director de la BSA en México, Kiyoshi Tsuru, dijo que mucho software pirata incluye programas maliciosos que ponen en riesgo el equipo de los usuarios.
"El otro día me dijo alguien: "es como dejar a tu hijo a que lo cuide una prostituta’", apuntó. "De la misma manera yo no puedo confiarle ni mi máquina ni mis hijos, que navegan en internet usando esa máquina, a un delincuente", agregó.
A causa de la piratería, dijo Tsuru, la industria del software pierde unos 525 millones de dólares anuales en México, donde es común ver a los vendedores de piratería trabajando ante la mirada de la policía local que no puede intervenir.
El combate a los delitos contra la propiedad intelectual y los derechos de autor es responsabilidad de la fiscalía general y para intervenir necesita que el agraviado presente una denuncia formal.