Panamá, en línea con una estrategia centroamericana de seguridad alimentaria, se apresta a incentivar y promover la producción de granos básicos para hacerle frente a la crisis alimentaria que se avecina.
El fenómeno, que no solo es una realidad panameña o centroamericana, sino mundial, es atribuido por los especialistas a una conjugación de cuatro factores: el alza en los precios del petróleo, el aumento del consumo en China e India, las sequías en Australia y China, y la utilización de alimentos para producir biocombustibles. Todos estos elementos, además, son tierra fértil para la especulación.
¿Y la reconversión?
Como antecedente, el director del Instituto de Mercadeo Agropecuario, Gonzalo Cambefort, recuerda que hace unos años, siguiendo la corriente del comercio internacional y la globalización, resultaba mejor producir melones, sandías y otros productos que Estados Unidos pagaba a muy buen precio, y comprar los productos (subsidiados por ellos), como el arroz y el maíz.
Fue así como los productores panameños aceptaron las recomendaciones de los expertos y abandonaron sus cultivos de granos básicos para incursionar en productos no tradicionales.
Cambefort está convencido de que fue "una decisión cuerda e inteligente: ‘vendo caro y compro barato".
Pasados unos 15 años de esta aventura, el entorno global ha cambiado drásticamente y lo que reclama la población son los productos básicos para su alimentación diaria. "Nadie tenía una bola de cristal para adivinar lo que pasaría en el futuro", se lamenta Cambefort.
Déficit en mercado local
Panamá es deficitario en los cuatro principales granos básicos que consume el panameño, según reconoció el director Agrícola del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida), Maximino Díaz.
En arroz, el consumo es de cerca de 7.5 millones de quintales por año y se producen localmente cerca de 6 millones de quintales.
En maíz, se consumen cerca de 7 millones de quintales por año y 500 mil quintales se destinan al consumo humano y 6.5 millones de quintales al consumo animal, pero solo se produce cerca de 1.5 millón de quintales y se importa 5.5 millones.
En lo que respecta al poroto, se consumen 112 mil quintales por año, se produce cerca de 80 mil quintales y se importa cerca de 30 mil quintales.
El Mida no lleva registros sobre la producción o consumo de frijol, ya que es considerado como un producto alternativo en la economía de subsistencia. Este grano se consume mayormente en el área rural, por lo que está siendo considerado como estratégico en el programa de producción que impulsa el Gobierno en estas regiones.
Énfasis en el rendimiento
Díaz informó que en los tres últimos años, tanto la superficie como la producción de arroz y maíz han aumentado, y que el énfasis se tiene que hacer en el incremento del rendimiento por hectárea, que en el caso del arroz subió de 70 quintales por hectárea en 2004 por efectos del ácaro, a 99.5 en 2008.
La estrategia para la seguridad alimentaria en Centroamérica, centrada en la producción de granos básicos, busca asegurar la oferta y disminuir la dependencia de las importaciones, sobre todo en momentos en que los precios han aumentado en algunos casos hasta 400% y algunos mercados han cerrado sus ventas al exterior, es la meta del plan de emergencia.
Mejorar la cadena
El productor de maíz Valentín Domínguez considera que la situación que se vive actualmente es preocupante, y aboga por un apoyo directo al productor.
"Ya se nos hizo un daño irreparable con la reconversión, pero podríamos hacer muchas cosas si el Gobierno se propone inyectar liquidez al productor", comentó Domínguez, al tiempo que propuso que se les debe exonerar el diésel, los repuestos de la maquinaria agrícola y facilitarles fertilizantes.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Comerciantes y Distribuidores de Víveres y Similares de Panamá abogó por un ordenamiento de la cadena de producción y distribución, desde el sector primario hasta el consumidor, con tecnología de punta, para mejorar los procesos hasta en un 40%.
ESTRATEGIA EN CENTROAMÉRICA
ALTERNATIVAS: Los ministros de Agricultura, Ambiente y Salud de América Central coordinan alternativas para incrementar la producción de granos básicos en la región.
INVERSIÓN: La región invertirá este año unos 560 millones de dólares, de los cuales los gobiernos disponen de casi 300 millones.
PRODUCCIÓN: Para la próxima cosecha, se prevé una producción de 85 millones de quintales de maíz, un aumento de 20%, y de frijol unos 9 millones de quintales, un incremento de 25%.





