El horizonte próximo de las elecciones al parlamento europeo en un momento delicado para el gobierno socialista español acosado por la recesión económica habría llevado al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, a pisar el pedal que acelera el ritmo de las medidas anticrisis.
La reciente remodelación del gobierno con la salida, entre otros, del ministro de Economía Pedro Solbes, considerado el adalid del rigor fiscal, ha levantado temores en algunos círculos financieros de que el nuevo equipo económico, liderado por Elena Salgado, abra la mano del gasto público en un intento puntual de estrechar la brecha entre los socialistas y un electorado cuya máxima preocupación es el deterioro laboral.
No obstante, Zapatero ha estado insistiendo en que la remodelación no busca un cambio de rumbo, sino de ritmo.
