La permuta es una fórmula de intercambio de inmuebles ideada en la isla para aliviar la insatisfecha demanda de viviendas, uno de los más graves y difíciles problemas que enfrentan los cubanos.
La nueva oficina estatal, un departamento que pertenece a la Dirección Provincial de la Vivienda en la ciudad de La Habana, ofrece a los interesados en cambiar de casa la opción de integrarse a un listado por computadora.
Los beneficiarios de este servicio pueden obtener una lista en la que aparecen otras personas interesadas en cambiar de casa y a las que pueden contactar directamente, conociendo previamente algunos datos del inmueble que proponen cambiar, dirección y teléfono.
La directora del departamento, Ileana López, explicó a la prensa local que las personas interesadas pueden registrarse en la base de datos de la oficina y solicitar información de todos los casos que se ajusten a sus intereses.
Indicó que para registrarse durante dos meses deben pagar cinco pesos cubanos (un peso equivale a un dólar al cambio oficial en el banco central de Cuba) y dos pesos más por cada mes adicional de permanencia en la bolsa de permuta.
La lista impresa de los permutantes puede costar desde tres pesos hasta seis, según de la cantidad de direcciones que aparezcan en el listado.
Este nuevo servicio compite con los denominados popularmente corredores o permuteros que proliferaron en la isla en la pasada década, aunque quienes realizan esa práctica son considerados oficialmente como especuladores.
El corredor de permutas, se dedica por cuenta propia a prestarse como intermediario entre los interesados en cambiar de casa, en muchos casos se encarga de los trámites de esas operaciones, y regularmente pide altas tarifas por su servicio.
Más de 2.2 millones de personas, casi el 20% de la población cubana, vive en Ciudad de La Habana, que ocupa menos del 1% del territorio nacional, y donde se concentra la mayor demanda de viviendas en el país, de acuerdo con datos oficiales.

