OPINIÓN . La fibra de vidrio es formidable aislante térmico. Su uso está generalizado en la industria de la construcción a nivel mundial.
Cuando a nuestros edificios les colocamos cubiertas de acero galvanizado —que seguimos llamando zinc, aunque no lo sea— el calor se hace insoportable, ya que es excelente transmisor del calor, que queremos evitar en nuestros climas.
Por esta razón se coloca la fibra de vidrio bajo la lámina que recibe directamente el sol.
El material debe asegurarse con toda precaución, para que éste no se suelte y exponga al obrero a situaciones de gran incomodidad, picazón insoportable y alergias o molestias similares.Los conductos de aire acondicionado son construidos con láminas de fibra de vidrio con una cubierta protectora que las mantiene alejadas del contacto humano.
Esta fibra, colocada por todo el país en galeras industriales, comerciales y edificaciones escolares, requiere, como todo en esta vida, un plan permanente de mantenimiento, palabra que los panameños consideramos de mala educación pronunciar.Si colocamos cubiertas de acero galvanizado en edificios públicos, requerimos neutralizar el inmenso calor acumulado con malos conductores de calor o materiales “aislantes”.
Existen otros materiales para cubiertas, menos conductores de calor, diferentes tipos de tejas de variados materiales que se encuentran en el mercado, aunque su precio significa una erogación bastante mayor.La cubierta ideal para nuestro clima es la teja de barro que se fabrica por todo el país de forma artesanal e industrializada en la ciudad de Chitré.
Lo que sucedió con la teja es que al aparecer otros materiales como las láminas metálicas, más rápidas de colocar y menos pesadas, en nuestro permanente afán de imitar a otras culturas, descartamos la teja y las paredes de quincha, ambos elementos formidables para el país entero, por paredes de bloques de cemento y techos de zinc.
Decía uno de mis socios que los pobres campesinos sudaban cargando bloques montaña arriba para ponerse en “la moda”, ya que el Instituto de Vivienda y Urbanismo y más tarde el Ministerio de Vivienda diseñaba con esos materiales “novedosos”, al entregarles esos materiales deberían darles por lo menos un tarro de polvos Ammen, para combatir el sarpullido que sin duda, los atacaría.
Me pongo a pensar qué va a pasar con los pobres alumnos que estarán expuestos al brutal calor nuestro, ya que no veo remedio para ellos, ante la imposibilidad de colocarles aire acondicionado, con los costos actuales de energía y la rapidez con que nuestros avezados ladrones hacen desaparecer los acondicionadores de aire y luego también la caja de hierro que se suponía los iba a proteger.
A mala hora el Ministerio de Educación decidió eliminar la fibra de vidrio, ya que hubiera resultado más conveniente contratar la reposición o fijación de toda la fibra de vidrio que se estaba soltando de su posición inicial.Parece tardío el nombramiento del ingeniero Salvador Rodríguez como ministro, ya que sus conocimientos de la profesión lo hubieran impulsado en diferente dirección.Creo que nos esperan nuevos reclamos y cierres de colegios por el calor que los envuelva.
El autor es arquitecto y asesor de inversionistas en bienes raíces.
