El conglomerado alemán Siemens prosigue su transformación y ayer se desprendió de su división energía, con la que operaba desde hace 150 años, para sacarla a bolsa en Fráncfort y centrarse en su oferta digital.
Al inicio de la sesión, las acciones de Siemens Energy –que agrupa la construcción de turbinas, así como los sectores de gas, petróleo, eólico y la transmisión de energía– cotizaban a 22.01 euros, valorizando al grupo en 16,000 millones de euros ($18,880 millones).
Apuesta por nuevos nichos de negocio
Siemens, en plena transformación, le está dando la espalda a la industria pesada, para apostar por la ola digital en la industria manufacturera, considerada más rentable. ‘Se trata de la más importante salida a bolsa del año en Europa’ estima Konstantin Oldenburger, analista de CMC Market.
Estas cifras eran inferiores a las previsiones de los expertos, que apostaban por una capitalización de 17,000 a 24,000 millones de euros.
Ello puede deberse a que la división “Gas and turbines“, eje central en Siemens Energy, registra desde hace años malos resultados, lo que incita a la duda a los operadores.
En 2019, la división registró una pérdida del 6% anual, víctima del retroceso de la demanda de sus turbinas, en un contexto de plena metamorfosis del mercado de la energía.
El nuevo jefe del grupo, Christian Bruch, aseguró que se “volverá a la rentabilidad” en tres años, en entrevista con la prensa alemana el pasado jueves.

