El sargazo o alga marina ha comenzado a poblar algunos puntos de las costas del Atlántico panameño y ya genera preocupación entre los sectores turístico y de pesca por el inconveniente que esto causa para acceso al mar y las playas.
Desde hace varios años en México, Centroamérica y el Caribe han aparecido grandes vetas chocolates de sargazo que cubren el fondo marino borrando el verde de las aguas cristalinas y obstaculizando el desarrollo de la actividad turística.
Donde hay exceso de sargazo los bañistas no pueden usar las playas. Adicional, cuando esta vegetación marina se comienza a descomponer produce un mal olor.
La reproducción en exceso de esta alga en las costas del Caribe ha provocado que muchos viajeros antes de adquirir un boleto para llegar a uno de estos destinos primero verifique si el lugar que visitará está libre de sargazo.
“El sargazo es parte de la vegetación marina y se convierte en un problema cuando hay un exceso”, explica José Julio Casas, director Nacional de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente.
“En Panamá hay ejemplos pero no se está teniendo una afectación tan grande y en zonas explotadas turísticamente como en México”, detalla Casas. Sin embargo, recomienda ponerle atención porque todo en exceso es un problema.
En otros países esta materia vegetal se usa como forraje para alimentar el ganado.
Una de las posibles causas del exceso de crecimiento de sargazo se atribuye a la gran cantidad de fertilizantes de la producción agrícola que está llegando al mar a través de la escorrentía y que se convierte en un nutriente para esta alga. También se relaciona con el calentamiento global. Por el lado positivo, el sargazo sirve como refugio para algunas especies marinas pequeñas.
