Con el fin del paraguas regulatorio del alivio financiero, que venció ayer 30 de septiembre, los bancos seguirán teniendo la oportunidad de reestructurar préstamos, aunque también señalan desde el sector que las herramientas que estaban vigentes permitían ser más flexibles.
El presidente ejecutivo de la Asociación Bancaria de Panamá (ABP), Carlos Berguido, comentó que en las últimas semanas se han acelerado los acuerdos para restructurar préstamos, aunque ni la industria ni el regulador manejan aún una cifra precisa de cuántos préstamos quedaron sin reestructurar. Los bancos tienen que reportar al regulador de acuerdo a unos criterios de viabilidad de los préstamos y, en última instancia, se determinará la porción de créditos que se consideran irrecuperables.
Se conocerá entonces el impacto que deja la pandemia y los programas de alivio en la calidad de la cartera crediticia.
Ayer, el mismo día que concluía el alivio, se instaló una mesa técnica en la Asamblea Nacional para discutir el proyecto de ley 420 que pretende imponer topes a las tasas de interés. En la mesa participarán, entre otros, gremios como la ABP, la Cámara de Comercio Industrias y Agricultura, el Consejo Nacional de la Empresa Privada y se sumará a la discusión a las empresas financieras, cooperativas y al Ministerio de Comercio e Industrias.
La ABP ha manifestado que iniciativas de este tipo limitan el acceso al crédito. Berguido dijo ayer que en la mesa podrán mostrar el sustento técnico de su posición.


