Varios buques, entre ellos cruceros, permanecen en el fondeadero de Balboa, para cambio de tripulación y obtener servicios marítimos auxiliares de empresas locales.
Las embarcaciones reciben avituallamiento, suministro de combustible y estadía segura a la espera de la reactivación de la actividad de cruceros, informó la Autoridad Marítima de Panamá (AMP).
Entre las embarcaciones hay buques de Princess, Carnival y Holland.
El fondeadero de Balboa está catalogada como un área segura para mantener embarcaciones ancladas.
La pandemia del coronavirus no solo ha causado un desastre humanitario, sino que también ha paralizado varios sectores clave de la economía de América Latina y el Caribe, como el turismo de cruceros.
La Organización Mundial del Turismo estima que las llegadas de turistas internacionales a nivel global podrían disminuir entre un 58% y un 78% al finalizar 2020.
Una publicación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala que este sector fue uno de los primeros en ser afectados por la crisis derivada de la Covid-19 y será uno de los más golpeados en la región.
Desde abril de 2020, el turismo en la región, incluyendo a Panamá, se ha detenido temporalmente como resultado de la pandemia. Esta parálisis no solo ha afectado duramente a las economías y el empleo del Caribe, sino también a muchas comunidades locales de América Latina.
En este informe, denominado “Medidas de recuperación del sector turístico en América Latina y el Caribe: una oportunidad para promover la sostenibilidad y la resiliencia”, se examina la contribución del turismo a las exportaciones, el producto interno bruto (PIB) y el empleo.
Un escenario del impacto muestra que la caída del turismo podría llevar a una disminución del crecimiento del PIB total en el Caribe y América Latina de 8 puntos porcentuales y 1 punto porcentual, respectivamente, mientras que el empleo total podría disminuir 9 puntos porcentuales en el Caribe y 2 puntos porcentuales en América Latina. Dado que los países han adoptado medidas para mitigar los efectos de la crisis en el turismo, se formulan recomendaciones para intensificar la preparación del sector para la recuperación económica y, al mismo tiempo, fomentar la diversificación y la sostenibilidad ambiental y social.
