Suecia no aceptó nunca la introducción del euro, pero no ha impedido que Hoganas, una pequeña ciudad en el sur del país, la introdujera como divisa paralela al comienzo del nuevo año.
“Es un signo de los tiempos”, dijo un miembro del Ayuntamiento de la localidad, Peter Kovacs, a la radio local.
“Hoganas es un resort turístico con muchos visitantes que ven extraño que su moneda no se acepte cuando la han usado en otras partes de Europa”, añadió.
En un referéndum en 2003, el 56% de la población votó a favor de la introducción del euro, cuando una mayoría se pronunció en contra en el resto del país.
Además, los comerciantes de la ciudad de unos 13 mil habitantes planean ofrecer una tasa de cambio más baja que los bancos comerciales.
La cotización de la corona sueca cayó recientemente frente al euro.
No es la primera vez que una ciudad sueca admite una moneda paralela.
Haparanda, a unos mil kilómetros al norte de Estocolmo, tiene ya experiencia con el euro debido a su cercanía con Finlandia, que sí pertenece a la eurozona.
